Acerca de la (mal) llamada Mexicanidad
El próximo mes tendremos una gran carga en la TV y radio acerca del llamado mes patrio. Junto con ello tendremos, el día 15 por la noche, un festejo frente a los palacios de gobierno, nacional, estatal y municipales, (sin contar la infinidad de negocios que hacen mitote esa noche) para conmemorar el celebre grito de independencia. Y aquí empieza mi cuestionamiento. Una gran cantidad de mexicanos y mexicanas están prestos para acudir a “dar el grito”, disfraces incluidos: un sombrero enorme, unas cornetas, la playera de la decepción (perdón, selección) mexicana de fútbol, el ánimo a voz en cuello y la mejor disposición del mundo para embriagarte; porque si no festejas “es que no eres mexicano” e hiperlactosadas similares.
Eso me lleva a una sorprendente conclusión: NO SOY MEXICANO. ¡Ja, ja, ja! Con todo y que nací en este pedazo de territorio que pertenece a dicho país, por más que mi credencial de elector y mi pasaporte me lo confirmen, la vox populi me excluye por no solidarizarme con ellos y los efectos de la ignorancia y mercadotecnia (¿a poco creen que la promoción que se le hace en todos los medios es de a gratis?) y por no gustarme el fútbol. ¡Vaya! ¡Una vez más caemos en los cascarones y las envolturas! Digo, si en verdad hubiera un sentimiento de mexicanidad, éste debería de reflejarse en TODOS nuestros actos, en el trabajo, en el estudio, en lo que compramos, en nuestra actitud para con la vida, y no sólo en seguir al montón y hacer las ridiculeces que a veces nos hacen hacer (eso del festejo con tanta faramalla y su parafernalia no’más no me convence): que si el día de la independencia, el de la revolución, el 24 de diciembre (sin Jesucristo incluido), el halloween, el día del amor y la amistad, y no sé cuanta cosa más. En relación a esto, recuerdo, y transcribo, la introducción de Chava Flores a la canción “En México”: “ya lo dijo Pepe Guízar: como México no hay dos, pero si hubiera otro semos (sic) tan canallas que ya nos hubiéramos largado para aquel”. ¡Así es nuestra mexicanidad!
Todo esto viene a colación antes de la llegada de septiembre por una razón muy simple, en esta semana me llegó un e-mail con un archivo adjunto donde viene una reflexión muy interesante sobre lo que significa ser mexicano, me gustó bastante, tanto que se los comparto, y espero que en ese afán por ser verdaderamente mexicanos decidamos ampliar nuestros horizontes, aprendiendo de historia (sobre todo la no oficial, porque esa está bien manipulada y recortada), interesándonos por la política (si, ya sé, a muchos les da flojera ese tema, y son puros pleitos, pero ¿¡qué querían!? ¡es política no clases de macramé y bordado!) y siendo mejores como personas (en la acepción más amplia del término y no sólo en lo económico que muchas veces se toma cono el único parámetro para medir a las personas). Espero sus recriminaciones y comentarios (aclaro, yo tampoco estoy libre de pecado, así que no estoy arrojando piedra alguna sobre alguien).
Hasta la próxima. El link es el siguiente:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario