BIENVENIDOS A DISIENTO. EL BLOG DE DAMIAN MONTAÑO

Algo hay de soberbia al tener un blog, es un espacio de exhibición personal abierto a todo mundo. Cierto, y no lo niego. Pero es, a la vez, una posibilidad de expresar ideas, generar debate y reflexión acerca de temas que muchas veces no son abordados como debiera ser (aunque no creo que aquí se pueda en su totalidad) y esta es mi intención.
Espero que a partir de estas lecturas podamos salir, liberarnos, de la enajenación tan en boga, del materialismo, del consumismo, de la virginidad neuronal y podamos ver el otro lado de algunas cosas que consideramos tan normales o que vemos sólo por encimita. En el último de los casos, me conformo con que sea un lugar pa'l chismorreo rico, del que te dan ganas de seguir en él.
Espero que lo disfruten y cooperen haciendo críticas, aportando datos, discrepando. De hecho, de ahí viene el nombre: DISIENTO, no estoy de acuerdo, pero refuto, cuestiono, pienso.
Ojalá y el objetivo se cumpla.

domingo, marzo 22, 2015

LOS EQUINOCCIOS Y EL CARGARSE DE ENERGÍA

¡YA LLEGÓ LA PRIMAVERA! Y mucha gente acude presurosa, cual pastorcillos a Belén, a alguna de las muchas zonas arquelógicas que existen en este país a "cargarse de energía"....

Desde hace tiempo he criticado esta acción pues considero que forma parte de esas ondas "new age" que nos vende la posmodernidad, como una acción de supuesto "retorno a nuestras raíces", pero hasta donde yo sabía no había como un sustento para ello pues yo nunca vi a la gente de Cuentepec, por ejemplo, haciendo esto en ese día (y consideremos que es una comunidad que ha resistido los embates que ha habido en contra de las comunidades originarias) y un buen día, un grupo de hombres blancos (porque eso es lo más simpático, son, en su mayoría, gente blanca y/o mestiza la que más promueve este tipo de acciones) dijo que ellos se enteraron (quién sabe por qué fuentes, porque nunca las dicen) que eso era lo que hacían nuestros ancestros pero que esa información había estado oculta a ojos profanos, y que lo hacían, según, para estar en equilibrio con el cosmos...

Para mala suerte de los "new age", sus prácticas se han visto evidenciadas como inventos y mentiras respecto a un pasado que no existe. Al menos está a la mano una nota donde se explica que el supuesto origen celta del Hallowen, no es tal, pues a decir de Juanjo Romero
"El mito de Samhain como gran dios celta de los muertos es un invento del XVIII, tal como señala el experto en paganismo Ronald Hutton en The Stations of the Sun. Y todas las conexiones con el druidismo son invención de William Stukeley, un simpático ínglés muerto en 1765 que se autonombró archidruida"

¿Cómo ven eso?

Ahora bien, volviendo a nuestro tema de los equinoccios, resulta que dos investigadores del INAH han realizado una investigación seria respecto a este asunto ¿y qué creen? Que, de acuerdo a lo que ellos pudieron documentar, las culturas prehispánicas, no consideraban los equinoccios como algo tan trascendental para la vida de su gente. Lo que nos lleva a pensar que aquí también hemos sido víctimas de un engaño...


Y creo que el asunto no es si el equinoccio era o no importante para su vida agrícola y para su control de los tiempos, si no más bien, si era un evento donde ellos "se cargaran de energía". Ustedes tienen la última palabra.

sábado, marzo 14, 2015

GENEALOGÍAS DE LO LOCAL

Una vez más, heme aquí, compartiendo lo ajeno... esta nota salió publicada en La Jornada, y me gustó su contenido, su reflexión (he de confesar que así me gustaría escribir... en estos momentos destilo envidia ¡jajajaja!). Por ello es que sólo remarco en negritas algunas ideas que considero importantes. Aclaro también que la segunda parte de la nota la omití, no por no ser importante, si no porque, para mis fines, esta primera parte se presta mucho a la reflexión respecto a nuestra forma de vida actual.

GENEALOGÍAS DE LO LOCAL. Ilán Semo

Lo global se estrecha. ¿Qué es hoy día un paraje? Un paraje, una cuadra, la calle en que crecí, la esquina que veo desde la ventana, el edificio de enfrente que se ha robado el cielo son la deriva de una historia subterránea: una historia de obliteración, de sentidos que se contraponen, de enmudecimientos y confrontaciones de una extraña violencia.

Hay un pasado que las maquinarias de la innovación –el vértigo sobre el que descansa el poder– quieren hacernos olvidar: que las ciudades perdidas devastaron al campo, que las colonias bien confinaron a las ciudades perdidas y que la ciudad tumultuosa, ensordecedora, ha devorado todo. El paisaje urbano que recorremos a grandes velocidades o caminando presurosamente, absortos en las multitudes del Metro o ensimismados en las peseras, guarda la semejanza con un espectáculo irreal porque en él se ha evaporado la vida, y ya nada en él parece dar vida. La ciudad ha devenido un laberinto de desiertos y monólogos, islas de monólogos sin eco (como en el poema de Gorostiza), trazadas por la cotidiana prisa de quienes huyen a sus casas.

¿Qué ha sido de lo público?

¿Quién podría, con excepción de algún turista, pasear por las calles de la ciudad sin sucumbir a la sensación de que una violencia acecha? Lo público es hoy un espectáculo cuadriculado, vigilado, construido para ser exhibido y no apropiado. Lo público ha devenido parte de la decoración de los malls, de los nuevos edificios de gobierno que se antojan como fortalezas medievales o búnkers antiaéreos, un lugar donde los únicos que se pasean por sus fríos espacios son los vigilantes, que a su vez son vigilados por las cámaras de otros vigilantes.

No es inexplicable que los paisajes virtuales sean hoy mucho más amables. El iPad, la lap top, la televisión, los audífonos que clausuran a los oídos en sí mismos, representan el sistema de una nueva intimidad. Una intimidad de la absorción, de la clausura de las relaciones que nos entrecruzan con los otros. Un sistema basado en la diseminación del concepto esencial del idiota moderno: aquel que no tiene otro remedio más que resignarse a que el pensamiento y la vida sean considerados como unidades privadas.

Lo local se encuentra hoy en ese sistema de ensimismamiento de la pantalla digital, de la navegación por el Internet, donde los posibles jamás devienen reales, donde la televida ha desplazado a la vida, donde todo es concebible menos actuar. Y es ahí también donde lo local se encuentra con lo global.

lunes, marzo 09, 2015

SER MUJER ¿SER MAMÁ?

El día de ayer se conmemoró el día de la mujer (que, dicho sea de paso no es un día para festejar), en memoria de las mujeres que han luchado a lo largo del tiempo por lograr un trato digno y respetuoso (en ese sentido es sorprendente lo bestias que podemos llegar a ser los hombres) en esta sociedad plagada de inequidades y desigualdades.

Dentro esta tónica, el mismo día de ayer aparecieron dos notas muy interesantes. Una en El Universal, donde se aborda la cuestión de la  no maternidad de algunas mujeres, y otra en La Jornada, donde se dice, en resumidas cuentas, que la mujer más que haberse liberado, sólo se convirtió en un engranaje mas del capitalismo.

Resulta interesante, de entrada, que a lo largo del tiempo, la maternidad esté considerada como la culminación de la mujer (y, en ese sentido, los hombres no salimos mejor librados ¿cómo vas morir sin dejar descendencia? ¿cómo vas a ser tan egoísta? son algunas de las preguntas-juicios que nos toca escuchar) y que es lo más esperado para todas. Sin embargo, igual que la autora de esa nota, considero que maternidad y paternidad no tienen por qué ser una opción obligatoria para las personas, dejemos de lado las obligaciones cotidianas que eso implica (y, en verdad, el argumento de "es que te da miedo la responsabilidad" se me hace muy barato), y más de lado el veredicto del papa Francisco de que las parejas  que deciden no tener hijos lo hacen por puro hedonismo(¡bueno fuera!). En este modelo capitalista de explotación, cada hijo es un miembro del ejército laboral de reserva que garantiza bajos salarios y nulas prestaciones (¡oh, desgracia la mía! No dudo que mis hijos me la mienten cuando crezcan) pues el exceso de demandantes garantiza que los capitalistas sean los únicos ganones, a eso sumémosle las condiciones actuales en las que se encuentra nuestro planeta. Es un hecho real que el planeta nos está pegando de gritos diciendo que ya no aguanta más a tanta gente (y aunque argumentemos que el problema es que la riqueza está mal distribuida, igual que el acceso a satisfactores cotidianos de nuestras necesidades, hemos sobreexplotado al pobre planeta) y pensar optimistamente que ellos estarán mejor que nosotros se me hace iluso, pues aunque se lleguen a lograr revertir las "reformas" que EPN ha realizado en este país, y lo mismo hicieran en otros países, el problema del agua potable, del deshielo en los polos, de la capa de ozono (que de ser como lona ahora no llega ni a manta de cielo) y los otros que existen, no se revertirán sino, minimamente, en cosa de 100 años...

Ustedes disculpen la dosis alta de realismo, pero no puedo tomar a la ligera la expresión de "los hijos siempre son una bendición". Si uno voltea hacia las comunidades indígenas, hacia África, y otras zonas donde la marginación es alta ¿siguen siendo una bendición? ¡zaz! Las tasas de mortalidad siguen siendo altas, siguen sufriendo discriminación, no acceden a la educación y si migran, ¡peor les va!

Lamentablemente, esa negativa a aceptar a mujeres que no quieren tener hijos, está muy influida por el discurso religioso (en el antes ya citado"los hijos son una bendición" y en el célebre "creced y multiplicaos"), por lo que muchas veces deben, por así decirlo, ocultar su decisión bajo un discurso de "es que no ha pegado", "no hemos podido" y cosas así. Sin embargo, muchas veces se desconoce sus motivaciones. Lo más fácil es pensar que es porque están bronqueadas con su propia vida, con su historia familiar, pero no tiene por qué ser así, pues además, conozco algunas que han tomado esa decisión y saben querer y tratar a los niños, así que, por favor, no las juzguen a la ligera. Volviendo al punto de las motivaciones, recuerdo el caso de una señora que decía "prefiero arrepentirme por no haber tenido hijos, que por haberlos tenido", pues consideraba los riesgos que implica para ellos el estar en este planeta. Y, seamos honestos, entre el narcotráfico, las adicciones, la corrupción social, las condiciones laborales, etc., pensar que sólo gracias a nuestras atenciones, amor y cuidados los vamos a salvar de ello, pues nada nos lo garantiza, en realidad estamos haciendo una apuesta que no sabemos si ganaremos (que todos deseamos ganarla, eso es un hecho), y por eso que hay quien dice "no quiero, gracias", y a ello hay que sumar el alto costo (emocional y económico) que implica ser madre, y si se es madre de un niño con alguna necesidad o discapacidad...

Por motivos como los anteriores, si su decisión es no ser madre, lo menos que puedo hacer es felicitarlas por el valor de enfrentarse a una sociedad y aun sistema que lo demandan, pero también felicitarlas por haber hecho un examen de conciencia que les lleva a ser honestas consigo mismas y tomar una decisión de ese tipo.