EL PAPA, LOS HIJOS Y LA SOLEDAD
Seguramente ustedes se enteraron
que hace algunas semanas (el lunes 1 de junio, específicamente), el papa Francisco lanzó una crítica hacia las parejas que en la actualidad se niegan atener hijos, les pedía que no se dejaran llevar por el discurso del capitalismo
(pues él supone que detrás de ese deseo por no tenerlos, está el deseo por no
perder un modo de vida y un status que, indudablemente, se perderá al tener
hijos) y que les propone que acepten tenerlos. El argumento que a él le ha
llegado, y que es como la justificación para no tener hijos es la siguiente:
"La cultura del bienestar
nos ha convencido de que es mejor no tener hijos. ¡Es mucho mejor! De esa forma
puedes ver el mundo de forma diferente, ir de vacaciones, tener una casa de
campo y ser libre"
Y puede que tenga razón. Por allá del 2003, en
el semanario Dia Siete (que venía de a gratis los domingos en el periódico El
Universal), se abordaba en un reportaje el tema de los DINK’s (Double Income,
No Kids –Doble ingreso, sin hijos), la nueva modalidad en las parejas que
empezaba a tornarse en algo frecuente, y precisamente reflejaba parte de la
postura que critica el papa, pues al enumerar las ventajas de mantener una
relación de ese tipo predomina la situación económica como parte de las
ventajas. Si a lo anterior le agregamos una nota publicada por SDP Noticias, en
la que se habla acerca de los motivos para no tener hijos (adiós a la vida
propia, olvídate de viajar por lo menos un rato, no tienes suficiente dinero,
tendrás que cambiar tu forma de ser, tu vida se puede convertir en un infierno,
el mundo está realmente jodido, no conoces a alguien que te inspire a criar un
hijo, y el pilón “porque no quiero”), otra vez encontraremos que predomina el aspecto material y capitalista
del asunto. Y para qué negarlo, tener hijos sale caro (más allá de la larga lista de satisfacciones subjetivas que cualquier padre puede dar), y te hace perderte de un montón de de cosas buenas de la vida (hedonismo puros, pues).
Lamentablemente para don Jorge
Mario, la realidad es mucho más extensa, pues él sólo está tomando uno de los
factores en juego. Veamos por qué.
No tener hijos, además de una
cuestión económica tiene otros aspectos en juego.
- - Uno de ellos es que en realidad EL FUTURO PARA
LOS HIJOS PINTA TERRIBLE (al menos en México, gracias a las reformas que ha
realizado el gobierno en turno, conseguir un trabajo –ya no hablemos de un buen
trabajo- será cada vez más difícil; las condiciones de inseguridad cada vez
están más fuertes –los feminicidios siguen siendo el pan nuestro en muchos
lugares –Edomex como un buen ejemplo de ello), y eso no es por una cuestión de
economía propia, ni por egoísmo, sino más bien pensando en ellos, ya bastante
complicado está tener la gran cantidad de NINI’s que actualmente hay como para
aumentar ese ejército.
- - Hay quienes prefieren no tenerlos por UNA
CUESTIÓN DE SALUD MENTAL (hay quienes tienen en claro que sus historias son lo
suficientemente difíciles como para no querer pasarle la factura a quienes “ni
la deben, ni la temen”, pues saben que tener hijos no es lo mismo que “jugar a
la casita”, y saben –o intuyen- que tener hijos les va a meter en conflictos
existenciales muy gruesos).
Ustedes pueden agregar los que
consideren pertinentes (al menos estos dos son los que yo tengo más a la mano)
Ahora, una vez aclarado esto, pasemos al espinoso tema de...
LOS PERRHIJOS Y LOS GATHIJOS
(o, como la posmodernidad en pleno nos lleva a replantearnos la forma de vincularnos)
LOS PERRHIJOS Y LOS GATHIJOS
(o, como la posmodernidad en pleno nos lleva a replantearnos la forma de vincularnos)
Seguramente ustedes han notado
como cada vez hay más gente que se dedica a tener esta nueva modalidad de ¿mascotas?
Digo, es que ellos dicen que su mascota es parte de la familia, y le prodigan
muchos mimos y cuidados que a una mascota tal cual no se le dan, es más, sus
dueños llegan a referirse a ellos como sus hijos. Se empieza a darles estos títulos
de perrhijos y gathijos pero ¿por qué está proliferando esto?
La respuesta que yo me atrevo a
esbozar es la siguiente (pueden o no estar de acuerdo con ella):
- Nos encontramos ante un fenómeno
de desplazamiento bastante interesante, pues ciertamente, se deposita en los
perros y los gatos una serie de afectos que en otras épocas, se dirigía hacia
los hijos. Pero hacerlo con los perros y los gatos tiene sus ventajas.
- Para empezar, los perros y los gatos NUNCA te
van a meter en las dificultades que sí te van a meter los humanos (adolescencia
incluida, por supuesto).
- No tienes que lidiar con ellos para repetirles
hasta el cansancio lo que no tienen que hacer, ni ellos te van a hacer un berrinche
o una pataleta por ese regaño que les des.
- Es más fácil tenerlos bajo control (para
conseguirlo con un niño te costaría mucho más… y si es adolescente ¡no les
cuento!)
-
Nunca perderán esa parte de ternura y encanto
que los humanos si perdemos (un perro o un gato, aunque sean adultos siguen
siendo lindos; un humano, nunca se sabe).
En resumen: Tener perrhijos y
gathijos permite a sus poseedores cumplir el hermoso sueño de TENER HIJOS
ETERNAMENTE INFANTES, y sin las dificultades de crianza que tienen los niños.
Un pilón (gracias por llegar
hasta acá)… el papa lanzaba un corolario bastante desatinado:
"Quizá sea más conveniente
tener un perro, dos gatos, y el amor va hacia esos dos gatos, hacia ese perro, pero
con el paso del tiempo ese matrimonio llega a la vejez en soledad, con amargura”
La verdad es que si sacamos
cuentas de cuántos ancianos viven en soledad a pesar de tener hijos (y más feo
cuando es así a pesar de vivir en casa de alguno de sus hijos), podemos
concluir que el tener hijos no es garantía de nada. ¡Ahora resulta que hay que
tener hijos para no estar solos en la vejez!
Y, finalmente, si tu decisión es
no tener hijos ¡FELICIDADES!, siempre y cuando esta decisión la tomes con la suficiente
claridad de ideas y con un óptimo nivel de salud mental para ello.