SOBRE LAS COSAS QUE NO SE PUEDEN OCULTAR

En días pasados estuve en una situación un poco tensa y angustiante. Dice el dicho popular que hay dos cosas que no se pueden negar: el amor y el dinero. Por mi parte estoy completamente de acuerdo con ello. Ninguna de las dos cosas se oculta. Yo me metí en una bronca, y supondrán que no tiene nada que ver con el dinero. Entonces "qué onda con tu vida" dirán ustedes. Bueno, me meteré en cosas que no son del conocimiento público(y que en sentido estricto tampoco deberían serlo), pero que deseo compartir. Durante el último mes y medio me he sentido bastante bien, mejor de lo acostumbrado, sobre todo si consideramos las largas vacaciones que me había aventado de poco más de 2 años. Ahorita la emoción me desbordó, lo cual implicó algunos problemas "técnicos" (lo digo como un eufemismo, para no verme mal ni autobalconearme, jajaja!), ello obliga en este momento a replantearnos la relación. Por ese motivo vino a mi mente una investigación que los locos gringos realizaron hace tiempo. Tiene que ver con la motivación. Se trataba de darle a elegir a algunas personas entre dos opciones:

a) Aceptar una cantidad determinada en este momento, o bien,
b) Aceptar una cantidad mucho mayor dentro de sies meses.
La mayor parte de las personas prefirieron el bien rápido, más que el bien duradero. Eso es de pensarse, creo que nos muestra como personas avorazadas, ambiciosas y sin visión a futuro. No me extraña, esta cultura del consumismo se mueve en esa dirección. Salirse del juego es ser rechazado y no entrarle al hedonismo, ¿quién lo va a rechazar? sólo los estoicos como yo ¡ja, ja, ja! Yo por mi parte he preferido la segunda opción, creo que es lo que más nos conviene, creo que ella también lo piensa así. Digo, si lo vemos como elegir entre un cerillo y un cirio, la verdad prefiero el segundo. Veremos qué pasa.

Espero nos vaya bien.