DON MASECO Y LAS REGALIAS NO PAGADAS
Yo no sé si les suene el nombre de ROBERTO GONZALEZ BARRERA, pero resulta que él es uno de los hombres a quienes nos encargamos de regalarles aunque sea un peso al día, para que los pobres puedan tener algo de dinero en su bolsillo, entra en la misma camada que Slim, Azcarraga, Salinas Pliego, Servitge, y un largo etcéctera hasta llegar a 24. Volviendo al punto, tal vez su nombre no lo ubiquen, sin embargo, podría yo decírles que es dueño de "el banco fuerte de México",de "el maíz de esta tierra" y se ha encargado de hacernos creer en "el placer de ir por las tortillas y mucho maiz". ¡SI, ES EL DUEÑO DE MASECA, BANORTE Y LA CASA DEL MAÍZ!
Obvio es que el hombre no viene a colación por no tener nada que hacer con su vida, sino porque, en un país donde se nos venden las historias de hombres triunfadores, hechos a sí mismos, él parece, en un primer momento, cocerse aparte a pesar de ser de Nuevo León. En sus inicios fue despreciado por los miembros del grupo Monterrey (todo el clan de los Garza y anexas), era visto como una especie de advenedizo de un pueblo bicicletero que queda a dos horas de la gran urbe (si mal no recuerdo el pueblo es Cerralvo), y, de hecho, el actualmente se mantiene alejado a dicho grupo. El heredó un negocio de nixtamalización de su padre, sin embargo, y aquí empieza lo bueno, su empresa no salta a las grandes ligas sino hasta la década de los 90's, la pregunta, entonces, sería ¿por qué?
Aquí va la respuesta, en la revista PROCESO de esta semana, en la sección de la opinión del lector, el señor Jesús González Schmall aclara que la fuente de enriquecimiento de don maseco es a partir de, una vez más, los privilegios del poder: La harina de maíz nixtamalizado fue desarrollado por un Instituto de investigaciones que pertenecía al estado, la comercialización de este producto era a través de MINSA (antaño era distribuido por DICONSA, actualmente ya casi nadie sabe que esta marca sigue existiendo, pero la encontrabas en cualquier lugar, y de maseca ni se sabía gran cosa), sin embargo, a decir del señor Jesús, Roberto González, como buen beneficiario del salinismo, obtuvo la formula (no sé si la patente o qué, no lo aclara) y se convirtió en el principal productor y distribuidor de esta harina, a grado tal que dejó de ser un pequeño productor para convertirse en un supercomerciante que ha instalado plantas en China y Europa. Un beneficio para un particular a partir de una prebenda por las buenas relaciones en el poder. ¡Viva México, sí señor!
Y si le rascamos, pues tiene varias cosas en su haber, una de ellas es su relación con los Salinas de Gortari, a grado tal que fue de los implicados por Carlos Peralta (dueño de grupo IUSA) en el supuesto préstamo a Raúl Salinas por varios miles de millones que llevó a este último a la carcel hace unos años. En cuanto a las cosas buenas, tiene su terquedad, o resistencia, como se le quiera llamar, a vender su banco -o, ya de perdis, a aceptar accionistas- a extranjeros, y no ha sido por falta de propuestas, ha tenido varias, pero se ha negado, de ahí su eslogan "el banco fuerte de México" pues es el único de los 6 grandes bancos que sigue siendo 100% mexicano.
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