BIENVENIDOS A DISIENTO. EL BLOG DE DAMIAN MONTAÑO

Algo hay de soberbia al tener un blog, es un espacio de exhibición personal abierto a todo mundo. Cierto, y no lo niego. Pero es, a la vez, una posibilidad de expresar ideas, generar debate y reflexión acerca de temas que muchas veces no son abordados como debiera ser (aunque no creo que aquí se pueda en su totalidad) y esta es mi intención.
Espero que a partir de estas lecturas podamos salir, liberarnos, de la enajenación tan en boga, del materialismo, del consumismo, de la virginidad neuronal y podamos ver el otro lado de algunas cosas que consideramos tan normales o que vemos sólo por encimita. En el último de los casos, me conformo con que sea un lugar pa'l chismorreo rico, del que te dan ganas de seguir en él.
Espero que lo disfruten y cooperen haciendo críticas, aportando datos, discrepando. De hecho, de ahí viene el nombre: DISIENTO, no estoy de acuerdo, pero refuto, cuestiono, pienso.
Ojalá y el objetivo se cumpla.

domingo, febrero 22, 2015

22 DE FEBRERO

El día 22 de febrero forma parte de los días del invierno, días cortos todavía, pero ya cerca de la primavera, ya sólo un mes de por medio, y muchas veces es cuando se presentan los días más fríos de la temporada.


Y cómo algunas cosas no se eligen, entre ellas el día para nacer, este fue el día en que algunos personajes célebres de la historia universal llegaron al mundo. La verdad es que los tres tienen algo que se les puede admirar (sobre todo a Schopenhauer con su sentido fatalista de la vida)
1810Nació Frédéric Chopin, pianista, compositor polaco.
1788Nació Arthur Schopenhauer, filósofo alemán.
1732Nació George Washington, político estadounidense.

 Igualmente, y tampoco se puede elegir (bueno, sí se puede si uno tiene a mal el suicidarse, pero esa es otra historia) en este día ocurrieron estos fallecimientos:
 1913  Asesinan a Francisco I. Madero y a José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente del México, respectivamente a un costado del palacio de Lecumberri.
1939Fallece Antonio Machado; poeta español.
1512Fallece Américo Vespucio, navegante español.


Y aquí, sin ánimo de sentir esa gran importancia que implica el nacimiento y la muerte de estos personajes, puedo comentarles algo, medio escabroso porque eso habla de 4 décadas de darle la vuelta al sol. De días, mejor no hablemos porque son un montón.

Les comparto esta anécdota. El día 20 de febrero se marcha de este mundo el señor Evaristo del Cid, un hombre origen salvadoreño que por extrañas razones (las cuales no me las supieron hacer saber, por cierto) llegó a vivir a Cuernavaca, donde conoció a la señora Micaela Montes, ella era nativa del pueblo de Galeana, en Zacatepec pero ya residía en Cuernavaca desde algunos años atrás. Aclaremos que ella había quedado viuda una vez, y había sufrido una separación (ahí la información que me dieron no es tan específica) y tenía dos hijos, uno de cada matrimonio. En algún punto de su historia, tanto Micaela como Evaristo coincidieron, pero además, se dieron la oportunidad de vivir juntos una historia cuyos pormenores desconozco. Lo que sí sé es que él es recordado como un hombre muy amable, de trato agradable, y que, además, aceptó a los hijos que doña Micaela tenía. Sin embargo, llegó el día en que, luego de bajar de un autobús que lo traía del DF, un auto lo atropelló y se acabó su historia, así, de repente, como a veces pasa con algunas personas, donde ni tiempo tienes de decirles adiós. Después de los protocolarios actos de velación, fue llevado al célebre panteón de la leona, en la colonia Carolina de Cuernavaca. Ahí, en algún lugar de dicho panteón se encuentran sus restos.

El asunto es que mientras se encontraban en este asunto del entierro, hubo quien tuvo a bien ser medio impertinente y poner el desorden en el funeral... sí. Así es la gente de impertinente y desconsiderada.

Tamaña desconsideración e impertinencia obligó a la señora Eladia (nieta de Micaela) a no poder asistir al panteón, y se quedó en la que fuera la casa donde vivía don Evaristo (en la privada de la cruz, en la parte más baja de la calle de Ayuntamiento, pegadito a la barranca), pero llegó un punto en el que tuvo que salir tan rápido como podía, y sólo tuvo tiempo de subir por la calle de ayuntamiento, y casi en la esquina con Obregón, llegó a una casa, donde le brindaron la ayuda que necesitaba en ese momento...

Y así fue como hace 40 años, sí, hace 40 años, llegué a este mundo a dar lata. Importunando desde el primer día. Y sólo quería compartirles que a pesar de los sinsabores y de los buenos sabores que está vida ha tenido para con el que esto escribe es un gusto estar con ustedes y mientras el "puerco" aguante acá me seguirán teniendo.


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