BIENVENIDOS A DISIENTO. EL BLOG DE DAMIAN MONTAÑO

Algo hay de soberbia al tener un blog, es un espacio de exhibición personal abierto a todo mundo. Cierto, y no lo niego. Pero es, a la vez, una posibilidad de expresar ideas, generar debate y reflexión acerca de temas que muchas veces no son abordados como debiera ser (aunque no creo que aquí se pueda en su totalidad) y esta es mi intención.
Espero que a partir de estas lecturas podamos salir, liberarnos, de la enajenación tan en boga, del materialismo, del consumismo, de la virginidad neuronal y podamos ver el otro lado de algunas cosas que consideramos tan normales o que vemos sólo por encimita. En el último de los casos, me conformo con que sea un lugar pa'l chismorreo rico, del que te dan ganas de seguir en él.
Espero que lo disfruten y cooperen haciendo críticas, aportando datos, discrepando. De hecho, de ahí viene el nombre: DISIENTO, no estoy de acuerdo, pero refuto, cuestiono, pienso.
Ojalá y el objetivo se cumpla.

viernes, julio 14, 2006

¡Hola!
No pude esperar hasta mañana para escribir estas vanalidades, sabrán ahorita por qué.

Sobre la Naturaleza
Después de no se cuánto tiempo hoy pude disfrutar de la lluvia, me salpiqué un poco pero no importó (bueno, si, ya que por culpa del reloj y mi tamagochi no me atreví a mojarme completamente), fue grato ver como el agua caía y como con ayuda del aire formaba serpientes. El lugar no fue del todo romántico, estaba a espaldas de la mega de Tejalpa, pero el dejar pasar el tiempo y la lluvia, como en ya pocas ocasiones puedo hacer, me trajo algunos recuerdos muy gratos. Siempre he disfrutado del agua, pero hay tres ocasiones especiales que les quiero compartir:
La primera, de cuando fui novio de una chica llamada Angeles, después de la lluvia subimos a la caja de agua que está en el cerro junto a la colonia Prohogar en Zapata, el aire completamente limpio y el cielo gris, era una tarde de agosto ¡¡¡¡El paisaje era precioso!!!! y la compañía también.
El segundo, una señora lluvia que nos cayó al regresar de la poza de Quetzalcoatl en Amatlán, era mi ingreso al equipo CPDH y prácticamente la mitad del camino nos tocó un remojón de aquellos. Todos acabamos hechos una sopa, y el carro de Silvia.... ni les cuento, todas las compañeras que se subieron iban mojadas y el carro tardó no se cuantos días en secarse y perder el aroma a humedad.
El tercero es más reciente, un día en la cúpula de Catedral en Cuernavaca, estaba con Clau, de repente empezó a llover, nos sentamos, nos cubrimos con una sombrilla y mi chamarra y nos dedicamos a ver el paisaje y disfrutar de la lluvia y la tarde.
Ojalá y ustedes tengan todavía la oportunidad de darse esas escapadas del mundo real y escabullirse al reino mágico de la naturaleza, pues al menos yo, en estos casos, tengo la gran dicha de recordar que soy humano.

Hablando de cosas tristes

Oficialmente el día de hoy dejó de existir la RAP, los de UTEZ saben qué era, el departamento de apoyo psicopedagógico, aunque yo dejé de pertenecer a ella desde hace casi dos meses la noticia no dejó de entristecerme, creo que era un buen espacio para los chicos de la escuela.... lástima, y aunque la RAP ya no esté yo espero seguir siendo una ayuda para quien lo necesite. De pasada hago público mi agradecimiento a la Maestra Beatriz Ramírez por la oportunidad que me dio para formar parte de ese proyecto, me dejó bastantes aprendizajes, incluidos algunos momentos de frustación, de cualquier forma fue grato estar ahí.

Hasta la próxima.

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